— El otro día aluciné con el tema de la basura en mi pueblo—explicó Santiago a sus amigos—. Bajé muy tarde el cubo de basura (que en su día me había “regalado” el ayuntamiento) y estaban los basureros recogiéndola. No hubo problema y vaciaron mi recipiente. Sin embargo lo que me sorprendió fue que uno de los basureros acercó el brazo en el que tenía un dispositivo electrónico a mi cubo y extrajo algún dato del mismo. Vamos. Que el cubo de “regalo” del ayuntamiento lleva un chip que los basureros leen cada vez que recogen la basura. No sé si eso atenta a la privacidad. Al fin y al cabo, si saben cual es tu cubo de basura, pueden decidir un día rebuscar dentro para saber que comes, si fumas, qué papeles tiras…
— Eso de la privacidad es algo que la administración siempre se ha pasado por el arco de triunfo—contestó Juan—. Muchas palabras pero en realidad están más que interesados en controlar a la gente. No hay más que ver como miran a otro lado cuando saben que Google extrae todos nuestros datos a través de sus aplicaciones e incluso del sistema operativo de sus móviles. Es lo que hay.
— Quizás no extraen los datos particulares tuyos y los limitan a la zona en la que vives—indicó Inés.
— Tratándose de la administración, mi tendencia es pensar en el peor de los escenarios—aclaró Santiago.
— Entonces deberías intentar leer los datos de tu cubo de basura para saber qué leen los basureros—dijo Juan—. Posiblemente tiene un chip NFC y con tu móvil deberías poder leerlo. Eso si tienes Android, ya que los iPhones tienen restringido su uso y sólo funciona con sus aplicaciones.
— La verdad es que hay verdadero interés por parte de las empresas en obtener datos nuestros—explicó Pascual—. Para cualquier compra que hagas te suelen pedir tu dirección de correo, ofrecerte tarjeta de fidelización, pedirte una valoración de la compra que acabas de hacer…
— Yo lo tengo claro—dijo Juan—. Sólo valoro una compra ó servicio cuando es malo. Lo contrario, no deja de ser una obligación. Por cierto, si compras un ordenador, suele llevar instalado Windows 11, que sólo te funcionará si te registras y das tus datos a Microsoft.
— Algo que, por cierto, la administración permite, mirando hacia otro lado—comentó Pascual—. Te obligan a dar tus datos y nadie dice nada.
— Se trata de una multinacional, la que te vende el sistema operativo—explicó Juan—. No sé si recordaréis que desde hace años se la acusa de imponer a los fabricantes – de forma mafiosa – la inclusión de Windows en sus ordenadores. Y, tratándose de una empresa norteamericana, tiene todo el apoyo de la administración de su país. Aquí en Europa se intentó crear una empresa para competir con Amazon. ¿Alguien sabe la razón por la cual este proyecto no funcionó?. Probablemente la respuesta está en USA y no en la comunidad europea. Ya sabéis que la administración Norteamericana se dedica únicamente a ayudar a su élite a ganar dinero. Y, teniendo como tiene al resto del mundo obedeciendo sus órdenes, no le cuesta nada impedir la creación de empresas que puedan competir con las propias.