Como cada día, Ramona, la jefa de personal, llegó pronto a la oficina.
Lo mejor era que hubieran concedido ese galardón a su departamento, precisamente cuando estaban en pleno ERE, desde hacía ya un año. Eso significaba que lo había hecho muy bien y no había trascendido ninguno de los abusos de autoridad que habían utilizado con algunos empleados reacios a dejar el trabajo.
Ya en su despacho, puso en marcha su portátil y se conectó a la intranet de la empresa.
Luego consultó las noticias que el departamento de comunicación publicaba por tener relación con la empresa y sus trabajadores.
Sonrió satisfecha cuando vio la noticia de la distinción del departamento de RRHH de su empresa.
Pasó a la siguiente noticia.
«La indemnización de los ERE estará exenta de impuestos» era el titular.
Leyó la noticia.
«El Congreso aprueba, sin el voto del PSOE, una enmienda de CIU y PP. A partir del 1 de Enero de 2010 los trabajadores sólo tributarán por las cantidades que excedan de los 45 días».
Inmediatamente descolgó el teléfono y marcó una extensión.
– Nuria, ¿dígame?.
– Buenos días, Nuria. Soy Ramona.
– ¡Ah!. Hola Ramona. ¿Cómo estás?.
– Estoy sorprendida. Tu departamento acaba de publicar una noticia en la intranet sobre los ERE.
– Bueno. Afecta a la plantilla, ¿no?.
– Y también al ERE que estamos haciendo aquí. Sabes que tengo una lista de personas que se han de ir antes de fin de año. Si leen esta noticia querrán esperar a Enero para irse y esto desbaratará mis planes. Me lo desmonta todo.
– No te entiendo, Ramona.
– La noticia dice simplemente que, hasta ahora, los trabajadores tributan por lo que va desde la indemnización legal de 20 días por año trabajando, hasta los 45 que nosotros pagamos. Cuando la enmienda propuesta por CIU y PP entre en vigor, nuestros trabajadores despedidos no tributarán nada.
– ¿Y no es bueno para ellos? – preguntó Nuria.
– Si. Pero nadie querrá venir a firmar el finiquito este año. Preferirán esperarse al año que viene para ahorrarse tener que pagar impuestos.
– y, ¿qué quieres que haga?.
– Quiero que hagas desaparecer esta noticia de la intranet lo antes posible. Que nadie la lea – dijo Ramona -. Supongo que como directora de comunicación podrás hacerla retirar sin problemas.
– Si, claro. Ya la retiro.
– Muchas gracias.
Media hora más tarde Ramona buscó la noticia. Ya no aparecía. Había estado publicada poco más de una hora.
Satisfecha, miró el reloj. Tenía que salir ya, para recoger el premio otorgado a su departamento.
Lo que Ramona no sabía es que, a fin de mes, iban a caer enfermos los quince empleados que tenían que marcharse. Ninguno de ellos «pudo» firmar hasta el mes siguiente…