— ¿Qué demonios me importa lo que dice un político?—preguntó Pascual.— Luego vienen todas las reacciones del resto de los políticos del país y de los ignorantes “analistas” a las estupideces que ha dicho ese político. Cada día me cuesta más leer la prensa.
— Tendrías que hacer como yo—repuso Juan.— Leo la prensa una vez al mes. El capitalismo ha convertido a la prensa en una empresa cuyo único fin es ganar dinero. Tienen que llenar las páginas del periódico como sea.
— No sé si te has dado cuenta de que hay incluso noticias del tipo: “soy dietista y nunca tomaría este producto en el desayuno” ó “soy cardiólogo y te recomiendo este producto” —añadió Inés.
—O no digamos que muchos años después de su muerte todavía aparecen noticias sobre Steve Jobs—explicó Santiago—. Vamos. Que no lo dejan descansar en paz. Y podemos añadir las “inspiradas” frases de Elon Musk que se cree que ser millonario le da derecho a opinar sobre cualquier cosa. Y añado a los deportistas, actores y cantantes a quienes no les importa opinar sobre lo que sea con tal de salir en la prensa.
— Me encantaría llegar a ver algún día una rueda de prensa a la que no asistiera nadie—dijo, suspirando Inés—. Con un “personaje” alucinando al ver que sus palabras no le interesan a ningún periodista.
—Me remito a lo dicho antes—dijo Juan—. La prensa y la televisión han de llenar sus espacios con lo que sea, a pesar de que ocurran pocas cosas. Si no tienen más, las inventan ó recurren a crímenes ó a las maravillas de un nuevo producto que se ha lanzado al mercado y que según dicen, ha generado colas en las tiendas. Lo que sea con tal de ganar dinero. Desde luego el periodismo ya no es lo que era. Ahora es una fábrica como cualquier otra que vende su basura. Por eso miro la prensa una vez al mes, ya que ocurren pocas cosas importantes de un día para otro, salvo las estupideces que dicen las personas que esas si, son diarias.
—Y si nos vamos a la televisión es para sorprenderse—añadió Santiago—. Antes un documental te mostraba imágenes y una voz en off te explicaba lo que estabas viendo. Hoy en día en los documentales te aparece una persona que, delante de la cámara y haciendo aspavientos y gestos, se dedica a explicarte lo que estás viendo cuando es evidente que la presencia de ese tío es innecesaria. Y lo mismo ocurre en los telediarios. Aparece un periodista que te explica lo que ha dicho determinado político y cuando acaba te pasan la filmación de ese político diciendo lo que ya te ha explicado el periodista. ¿Para qué lo hacen?. ¿Quizás para demostrarte que el periodista no ha mentido al explicarte las declaraciones del político?. De cualquier forma es redundante.
— Y mencionar a los periódicos digitales cuyos titulares no explican apenas nada para que no tengas más remedio que pinchar para leer la noticia, lo que incrementa los beneficios de la empresa periodística—apuntó Inés.
— ¡Que pena de periodismo!—dijo Santiago—. Cuando miro la prensa que por cierto, da relevancia a los líos de folclóricas, de pseudo duques, presentadores de televisión, cantantes, actores, deportistas, concursantes de televisión y no se olvidan de esa grupo de tarados que componen la familia real. Me salto esas noticias porqué esa gente me importa un bledo. Y lo que queda son dos titulares.