Cuando Santiago trajo las tapas y las bebidas a los seis jóvenes sentados en la terraza, Ester miró a sus compañeros con complicidad y dijo:
– Siéntese un rato, Santiago.
– Sospecho no sabéis que regento un bar y he de atenderlo – contestó Santiago con una sonrisa.
– Venga. Son unos minutos – dijo Ester – .Además, ahora el bar está tranquilo.
Santiago se sentó y permaneció en silencio.
– Les he dicho a mis amigos – empezó a hablar Jaime – que le admiro por su sensatez, Santiago. Por eso queríamos preguntarle sobre lo que piensa del movimiento 15M.
– Lo considero un gran paso, si continúa adelante – contestó el aludido.
– Me parece – dijo Mónica -. que ya ha terminado y no ha servido para gran cosa.
– Te equivocas. Este movimiento estuvo en la calle a partir del 15 de Mayo, pero estuvo gestándose desde mediados de febrero. Ahora, lo que han hecho, ha sido regresar al único lugar en el que pueden actuar sin presiones, interferencias, sin estrés: Internet. Hoy por hoy es el único lugar que tiene un cierto grado de democracia.
– ¿Y volverán a salir?.
– Desde luego que saldrán de nuevo. Ahora, lo que han de hacer es montar la estructura de la red por la que correrán los debates, las ideas, los cambios y las decisiones de nuevas acciones a tomar.
– Pero -dijo Pablo -. ¡Si ya tenemos democracia!.
– Tu has nacido después de la muerte de Franco y no viviste lo que ocurrió en aquellos tiempos. La Constitución se legitimó en un referéndum, pero el tiempo y las malas mañas de los políticos, la han deslegitimado.
– ¿Qué significa legitimar?.
– Legitimar es la forma que tiene el poder de justificar su existencia. Viene a ser la forma de convencer al pueblo de que una cosa es justa. La legitimación de la monarquía se basaba en que el poder del rey emanaba de dios. Para un pueblo creyente e inculto, el poder del rey estaba legitimado y por eso le obedecían. Volviendo a España, la Constitución se nos vendió como algo que no iba a ser estático, que sería dinámico. Que podía cambiar para irse perfeccionando. Sin embargo, dada la situación de aquel momento histórico, en el que el ejército era una amenaza y muchos sectores de la sociedad estaban en contra del cambio de régimen, se redactó una Constitución que pudiera ser aceptada por la mayoría. Mirado de esta forma, aquella constitución fue creada con un cierto grado de coacción y en una sociedad que era diferente a la actual. Lo lógico era que, al ir madurando la sociedad, fueran modificándose algunos artículos para adecuarlos a los nuevos tiempos…
– ¿Qué pasó entonces?.
– Supongo que, cuando los dos partidos mayoritarios descubrieron que la Constitución les beneficiaba en muchos aspectos, decidieron dejarla como estaba. Podían asegurar así su permanencia en el poder, controlaban la Justicia y eso les permitía delinquir a su antojo, así como controlar a los medios de comunicación y poder manipular a la opinión pública.
– Que viene a ser la situación actual…
– Lo bueno es que, a raíz de una injusticia como la lay Sinde, los políticos empiezan a darse cuenta de que no tienen en sus manos todos los hilos que les dan poder. Descubren que, de la noche a la mañana, empiezan a aparecer en ciertas plazas, un sinfín de indignados que, de forma pacífica protestan en contra de todo aquello que no se quiso reformar en su día y que ha generado el montón de chorizos que hay en tantas administraciones. Lo peor de todo es que los políticos descubren que esa Red que no consiguen controlar, es el vehículo de las movilizaciones y que la prensa que ellos controlan no tiene ya credibilidad en la sociedad. Imaginaos que invertís una fortuna en unas elecciones para concienciar a la gente y descubrís que por la red, sin haber apenas gastado nada, han conseguido el mismo efecto llamada que buscabas.
– ¿Y el futuro?.
– El futuro es vuestro, chicos. De vosotros depende lo que ocurra. Vuestro futuro está decidiéndose en la red. Así que, no dejéis pasar la oportunidad de expresar vuestras ideas – Santiago miró, uno a uno, a los chicos y continuó -. El candidato del partido que ahora gobierna no quiere saber nada del 15M, a pesar de que ya hay una facción de su grupo, gritando cambio. Y el jefe de la oposición ve tan clara su victoria en las próximas elecciones que no va a mover un dedo por oír a los indignados. Pensarlo bien. En los próximos meses va a haber una guerra: los políticos intentarán controlar la red en base a crear leyes para prohibir la libertad de expresión y vosotros tendréis que impedirlo, porqué la Red es el único reducto que ellos no tienen. La sociedad está cambiando las reglas del juego y los políticos hacen lo único que saben hacer: miran a otro lado o se dedican a criminalizar aquello que no entienden. Sueño con ver la cara del previsible futuro jefe de gobierno si este movimiento, el 15M, le impide salir victorioso en las elecciones. Será la cara de alguien que no entiende absolutamente nada.