Felipe el detective

Ser jefe de Seguridad en una gran empresa, tiene algunas veces su gracia.

Allí donde trabajan más de ochocientas personas, ocurren las mismas historias que en una gran ciudad.
En otra escala – eso si – pero tenemos drogadictos, ladrones, proxenetas, prostitutas, vividores, ninfómanas, pederastas, estafadores… Incluso, años ha, tuvimos a un exhibicionista.

Aquel día me había llamado la jefa de RRHH, la señora Ramona. Eso significaba que iba a tener que ejercer de nuevo como detective. Mi faceta Philip Marlowe.

Entré en su despacho. Me hubiera gustado llevar gabardina, sombrero y cigarrillo colgado de la boca, pero no creo que me hubiera recibido aquel carcamal.

Tras los saludos iniciales, Ramona fue al grano.
– Nos han robado. En un almacén en el que se guardan los portátiles recién comprados, han desaparecido varias cajas. Me gustaría que se cazara al culpable.
– Lo voy a intentar. ¿Quién lo ha descubierto?.
– El jefe del departamento de microinformática.
– ¿Alguna pista? – siempre queda bonito decirlo, aunque conocía su respuesta.
– Hable con el señor López, el jefe de Microinformática. Quizás él tenga alguna.

Me despedí de Ramona y sus parches – había dejado de fumar para dar ejemplo y estoy seguro de que tenía empapelado su cuerpo con parches – salí de su despacho y me puse a trabajar.

Pronto me di cuenta de que era un asunto trivial. López me dijo cual era el almacén y me explicó que sus subordinados no tenían la llave; que cuando sacaban material del almacén tenían que hacerse acompañar por algún chico de los muelles de descargas.

En los muelles de descargas trabajaban cuatro muchachos que no pertenecían a la casa. Eran de otra empresa que estaba subcontratada. Su trabajo consistía en recibir los diferentes productos que traen los camiones y distribuirlos ó almacenarlos en los diferentes almacenes de la empresa.

¿Quién de los cuatro fue?. Esta pregunta rondaba por mi cabeza. ¿Cómo podría atraparlo?.
Hablé con el jefe de mantenimiento y le di instrucciones concretas.
Luego, fui a mi despacho y reflexioné sobre este asunto, mientras bebía un largo trago de whisky de mi petaca. Después me fui a tontear un rato con Mónica, mi secretaria, que aquel día llevaba un escote capaz de levantar todos los miembros de la sala de consejo.

Dos días más tarde entré en el despacho de la señora Ramona.
– ¿Qué hay? -me preguntó -. ¿Ha descubierto algo?.
– Si – contesté orgulloso -. Ya sé quien ha sido. ¿Quiere que lo denuncie a la policía?.
– ¿De quién se trata?.
Le dije el nombre de uno de los muchachos del muelle.
– Me alegro de que no sea de los nuestros- luego reflexionó la Dama de Hierro -. No. No llame a la policía. Déjeme que lo hable con la empresa que nos lo envió.

Aquella noche, cuando le expliqué a mi esposa mi hazaña detectivesca, ella me preguntó:

– ¿Como lo descubriste?
– ¿Lo de los parches de la señora Ramona?. Elemental. Tenía media docena de cajas sobre la mesa…
– No, tonto. El ladrón.
– Hablé con el jefe de mantenimiento. Le di una cámara inalámbrica miniatura, le presté mi llave maestra y le dije que instalara la cámara en el susodicho almacén de forma que no pudiera detectarse. Luego dejé en marcha mi ordenador para que recibiera imágenes del almacén, cuando se activara la cámara (que lleva un sensor de movimiento) y solamente tuve que esperar. Al día siguiente el chico volvió a robar y quedó registrado.

Días más tarde me enteré de los pasos que llevó a cabo la señora Ramona. Haciendo honor al mote de Dama de Hierro, rescindió el contrato con la empresa que nos había aportado a los chicos del muelle. Ello no afectó únicamente a los cuatro que trabajaban ahí. Los había también en otros departamentos y todos ellos perdieron su trabajo.
Me sorprendió, porqué sabía a ciencia cierta que solamente uno de todos ellos había robado. El resto no tenía nada que ver. Además, todos ellos eran excelentes trabajadores.

La imaginación y el lingotazo de whisky que me había atizado, me hicieron imaginar una escena:

Vi a la señora Ramona en el mercado comprando dos quilos de manzanas.
Después la vi entrar con su cesto de la compra en la cocina de su casa y como luego iba poniendo las manzanas en el frutero.
Al encontrar una de ellas estropeada, se enfureció, tomó el frutero y lo vació en el cubo de basura con todas las manzanas…
…lo mismo que había hecho con aquellos muchachos.

Me pregunté.

– ¿Como puede ser jefe una persona así, en un departamento que se llama de Recursos Humanos?.

Y me respondí.

– Quizás se trataba la suya, de una acción “preventiva”, que es lo que se lleva ahora.

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Rossana
16 años ago

Me gustó verte disfrazado de Marlowe, Felipe…Disfruté mucho este relato. Especialmente, el detalle de ver lo de las manzanas como un acto de prevención! Esta Ramona va a estar allí hasta que contraten a otra Ramona más fuerte, que aplique con ella un «manzanazo» o hasta que los trabajadores, la corten en cuatro gajos, con parches y todo. Besos, Luis

Reggis FraPe
16 años ago

Jajajaja…perdón por lo de Hedwig,No se que andaria pensando…Un besototototototeeeeeeeeee

Ludwig
16 años ago

Hombre, Neurotransmisores.Tanto como no merecer vivir…Quizás en Siberia o en el desierto del Gobi podría vivir sin molestar mucho. Incluso, estoy seguro, aprovecharía las manzanas. Seguro que se comería incluso la podrida.Sil. Ya sabes que siempre ando por aquí. Un enorme beso.Helena.Pues si. Se trata de la misma Ramona, que manipuló las encuestas.Una persona que se cree en posesión de la verdad, que no sabe escuchar, que es capaz de cualquier cosa con tal de que cuadren sus convicciones con la realidad.¡Que desperdicio de vida!. ¿No?.

Helena
16 años ago

Drástica la decisión de Ramona, ya lo creo. Y absolutamente injusta para todos los que nada tenían que ver con el asunto. Me asusta que existan personas así que ocupan puestos de poder, y que pueden decidir sobre el destino de tantas personas. Es muy frecuente y, precisamente por ello, aterrador.No será esta misma Ramona la que falseó las encuestas sobre el grado de satisfacción de los trabajadores, ¿no?… Porque si lo es, no cabe duda de que está llena de virtudes.Me ha gustado mucho leerte, Luis. Me encanta como escribes.Un beso.P.D. Espero que no te enfades porque no participe… Read more »

Sil.*
16 años ago

Luis, solo he vuelto por aquí para saludarte!!Es increíble como se extraña a los amigos!!Besos enormesSil

neurotransmisores
16 años ago

Hay gente que no merece vivir. Ramonas que juegan con la comida de seres humanos.

Ludwig
16 años ago

¿Bofetada?.Espero no haberte hecho daño.Sólo quiero hacer reflexionar.No quiero hacer daño a nadie.

sauvignona
16 años ago

es verdad lu nos COMEMOS EL COCO porque seremos asi los humanos???? es una gran historia fue como una bofetada cuando la lei….besines

Ludwig
16 años ago

Reggis FraPe. Eso de Hedwig me suena a Harry Potter. ¿No era así como se llamaba el buho de Harry?.Sil. En este caso esta mujer ya no llegará al sillón de cuero. Es muy mayor. De todas maneras ya me inventaré más adelante a alguien joven para que ocupe su cargo.Ana_Ortiz. Nuevas tecnologías, pero ¿legales?. La verdad es que nuestro detective no desgasta su materia gris para descubrir al ladrón.Germán.Yo soy admirador de Marlowe desde mi infancia. Me encanta su estilo sarcástico. Es de los pocos que hacen que te importe muy poco la historia y que disfrutes de las… Read more »

María Jesús Lamora
16 años ago

Pasaba por aquí. ¿Tienes algo que ver con Beethoven?, je, je.Abrazo para ti.

Germán Ulrich
16 años ago

Tus relatos deberían difundirse, entre trabajadores para, no digo puedan defenderse, sí para que al menos estén alertas. Y entre patrones, para que se observen y vean cuál es la imagen que proyectan ante gente inteligente. Y me has transportado un par de veranos atrás, cuando descubrí al inaudito Philip Marlowe…Lo de las ocho cosas antes de morir… es bien difícil.Ver Latinoamérica unida, sin el hambre de hoy y la tremenda y homicida mezquindad de la clase dirigente.Esa sería la primera y principal, disculpá la laguna, pero iré pensando las restantes día a día, hasta llegar a siete. La octava… Read more »

Ana Ortiz
16 años ago

Un detective improvisado con accionar rápido, no como el que reconstruye el crimen en base a indicios sino aplicando las tecnologías modernas.Buen relato!

Sil.*
16 años ago

Ay Luis, te digo que como a la Flaca, a mi también me asusta Ramona. También es cierto lo que dice Susana, seguro llegará a ocupar el sillón de cuero. Bendita condición humana la de escalar a cualquier precio!!Suerte encontrar gente que «denuncie» de alguna manera estos hechos y por sobre todas las cosas, SUERTE (si con mayúscula) saber que en este mundo existen personas ajenas a esa forma de vida.Tremendo Luis!!Es un placer visitarte. Es un placer tenerte cerca. Es un placer, un sencillo y exquisito placer ser tu amiga!!Besos enormes!!Sil

Reggis FraPe
16 años ago

Mi querido Sherlock Hommes… perdón.Mí querido Hedwig, pues como decimos acáEn México, “salio peor el remedio que la Enfermedad”, pero no te preocupesPor que ¡Hay un Dios, que todo lo ve!Hasta sus parches de nicotinaY ya le tocara a ella.Un saludo

Ludwig
16 años ago

Yo la veo con frecuencia…Será que soy muy imaginativo.Y es exactamente como la describes.Debemos tener estereotipos muy parecidos.También me imaginado la cara del marido cuando ella le explicaba que había tirado las manzanas por haber una en mal estado.Un beso Sauvignona. Luis

sauvignona
16 años ago

RAMONA: La imagino como una señora de edad sin maquillaje o eccesivo maquillaje con un peinado anticuado…)dos trenzas enrosacadas de cada lado de la cabeza..)un traje verde oscuro…casi engamuzado..medias de nylon oscuras y zapatios marrones cerrados…conservadores.ahh ty la camisa prendida hasta el boton del cuello….oficinas de recursos humanos….es solo oficina y nombre….aqui en mi trabajo la oficina de rrhh esta como muro de los lamentos….por asi decirlo…y que suerte que tiene esa empresa de tenerte como detective…es solo aplicar algunas tacticas o viejas mañas de zorro..sin ofender quiero nombrar un dicho de aqui y no se si de alli tambien…»EL… Read more »

Ludwig
16 años ago

Pues ¿qué quieres que te diga, Susana?.Me reconforta mucho más pensar que actúo de acuerdo con forma de pensar y no por intentar agradar a mis jefes.Lo curioso, Zeta, es que se trata de la misma Ramona que falseó una encuesta en un cuento anterior.Gracias por tu comentario, Chechu. Espero te gusten mis escritos anteriores.Un abrazo. Luis

Chechu del viejo San Telmo

Ay, esa «acción “preventiva”, que se lleva ahora»…Es, sin dudas, parte de un gran todo que el trabajador sufre…Prometo en otro momento y con más tiempo, pasar a seguir leyendo, más allá de este último escrito, que me gustó.Saludos

Zeta
16 años ago

¡Que avanzado un país en que una señora que se llame Ramona pueda ser la Jefa de RRHH!

SUSANA
16 años ago

Las Ramonas del mundo. Pensar que salen de la Gerencia con una sonrisa de beatitud y el corazón hinchado de orgullo. Nada reconforta tanto como el trabajo bien hecho y el reconocimiento de sus superiores.Entiende como nadie –y adhiere fervorosamente- el concepto de la selección natural darwiniana aplicado a las empresas. Algún día, sí señor, algún día se sentará en ese poderoso sillón de cuero. Mi saludo Luis, con tristeza.

Ludwig
16 años ago

Muchas gracias, Flaca.Estuve en una ocasión en vuestras playas y es un buen lugar para vivir.Ramona, pobre, es de otra época. Es como es porqué no conoce otra cosa.No estoy demasiado de acuerdo cuando dices que solamente dos de mis deseos dependen de mi.Los otros también, aunque necesito ayuda, muchos Luises que piensen y tengan el mismo deseo que yo.Imagina por un momento la red llena de Blogs que, todos ellos expresan el mismo deseo.Quizás algo cambiaría en el mundo, ¿no?.Un abrazo, Flaca. Luis

FLACA
16 años ago

Ramona me asusta. Más me asusta saber que está lleno de Ramonas.Si Ramona no fuera así estaría echada,pero pondrían a otra, idéntica.Me encantaron tus ocho deseos.Y deseo contigo que se te cumplan los que casi solamente dependen de vos: que puedas llevarte a Chari y que puedas venir a vivir a nuestras costas, que sí, para qué negarlo, son lindas, lindas.